
Érase una vez una pequeña ermita, el santuario de Chilla que alberga la imagen de la patrona de la localidad cercana, en un lugar especial, en un enclave de singular belleza, a 6 Km de Candeleda y que es muy venerada.
Nuestra señora de Chilla es patrona de Candeleda, del Raso y de Gredos, Avila.
Que és una ermita?
Es una capilla o iglesia pequeña dedicada a un santo situada en lugares apartados de las poblaciones y en la que no suele haber culto permanente y suelen estar cuidadas por un ermitaño o santero como llamamos al que cuida la virgen de Chilla.
Donde está Chilla?
Coordenadas GPS: 40.1827541,-5.2943916,21
En unos de los valles de la imponente Sierra de Gredos por la parte Sur, en un enclave natural se alza la pequeña ermita de la Virgen de Chilla.
La vista se recrea en las magnificencias de un soberbio panorama y se respira el aire perfumado de los pinares, encinares robledales tupidos, castaños en un entorno totalmente natural en el parque nacional de la Sierra de Gredos y con una formidable vista que nos lleva admirar el Pantano de Rosarito y con el skykine del cielo y los impresionantes picos.
Esos montes, riscos y bosques eran muy frecuentados por los cabreros que llevaban a pastar al ganado para darles de comer.
La leyenda de la Virgen de Chilla.
Todos hemos escuchado el relato de boca de los antepasados nuestros, la leyenda de la aparición de la Virgen de Chilla.
Cuenta la leyenda que dicha Virgen se le apareció al pastor Finardo mientras este cuidaba de su ganado que tuvo un percance con una cabra que comió hierba envenenada y murió.
La Virgen se le apareció y resucitó a la cabra, símbolo con el que ahora siempre aparece representada.
Al contar la noticia en el pueblo, se decidió construir la Ermita en el lugar que indicó el pastor, el lugar dónde se le había aparecido días antes la Virgen de Chilla.
La Virgen de Chilla
La imagen de la virgen, con su Santísimo Hijo, fue instalada en la ermita y su culto se inicia hace más de 700 años
La actual imagen de la Virgen de Chilla data del siglo pasado y, probablemente esta talla pudiera ser la quinta desde la aparición de la Virgen.
(En sesión extraordinaria del Ayuntamiento de la Villa del 9 de octubre de 1 892, se acuerda la adquisición de una nueva talla de la virgen de Chilla, que se encarga al pintor y escultor Ángel Lucio Ludeña. Es éste quien, además, entre los años 1888 y 1889, restaura el altar mayor de la ermita y pintó los cinco cuadros que contiene el retablo mayor.)
El segundo domingo de septiembre tiene lugar la romería de la Virgen de Chilla a los que acuden numerosos devotos, se la lleva de procesión hasta la piedra de las apariciones