
Cuando la vida que no siempre lo que trae es bueno, te pone piedras en el camino y consigue rodearlas, uno se crece ante la adversidad y lo precioso es lograr poder decir “no fue fácil, pero lo logré” por eso hay que vivirla al 100%.
La segunda vez que David salió del hospital todos decidimos que este año íbamos a ir a Guadalupe, de peregrinación.
Si todos los caminos llevan a Roma, otros muchos a Santiago, Lourdes, Fátima, al Pilar, Caravaca, Montserrat, al Rocío (famosos lugares de peregrinación ) nosotros nos vamos a Guadalupe. Queríamos llegar en su día grande el 8 de septiembre, de peregrinación, como agradecimiento por peticiones concedidas.
Bueno, pues comienza aquí mi relato
Llegó el día en que empiezo a preparar la mochila, a dar vueltas y vueltas a todo para que no quede nada por olvidado , y cuando salgo de la puerta de casa en el Parral me entra una duda ¿Lo conseguiré?
Nos quedan por delante una experiencia de superación personal, un largo camino , 107 km de cansancio, dolor muscular, ampollas en los pies….
1º Etapa Madrigal de la Vera – Rosalejo
Habíamos conseguido recorrer una etapa que a causa del calor se hizo más complicada de lo normal, el asfalto quemaba bajo la suela de las zapatillas…
Duro es el camino más leve se hace acompañado por Merche, Antonio, Javi, Chuchi y la Marivi…Al día siguiente nos aventuramos a hacer la etapa Rosalejo – Bohonal de Ibor
Aparecen las ampollas y cuesta caminar. Se agradece un tronco de árbol, me siento y descanso y miro a mi alrededor, estoy rodeado de olivos.
La tercera etapa transcurre entre Bohonal de Ibor – Navalvillar de Ibor
El cansancio y la falta de preparación comienzan a hacerse evidente.
Mi espíritu, siempre animoso, me ayudó a superar todos los obstáculos allá donde mis piernas no alcancen. Por eso, aunque cojee o camine encorvado, siempre me siento feliz y satisfecho.
Qué calor, maldito asfalto, me duelen las ampollas y hace mella el cansancio.
La cuarta etapa nos llevaría desde Navalvillar de Ibor – Guadalupe
Desde lo alto vemos el valle, la majestuosidad del Monasterio de Guadalupe, viendo pasar los años, los siglos, a reyes de España y Portugal, descubridores y conquistadores como Colón y Hernán Cortés, e incluso ilustres escritores de la talla de Cervantes, que caminó hasta Guadalupe para ofrecer a la virgen las cadenas con las que había sido encerrado en las mazmorras de Argel, a Santa Teresa de Ávila, a San Juan de Dios y peregrinos…y a NOSOTROS.
Por fin se acaba mi sufrimiento.
Vimos a la señal del peregrino de Guadalupe con ampollas en los pies, giramos a la izquierda. Algunos cerraron los ojos. Qué paz, que tranquilidad, que satisfacción. Llegamos temprano casi eran las 10 y exhaustos.
Allí nos atendieron gente santa y humilde, nos lavaron y curaron los pies, y en primera fila escuchamos misa dentro del monasterio y quedó por recorrer el último camino que fue el de la procesión tras la virgen vestida con sus mejores atuendos.
Reto conseguido.
Por cierto fue increíble, y no crean que hice el camino de vuelta andando, para eso entre en mi burra con ruedas y volví a Madrigal de la vera, contento y muy satisfecho por el esfuerzo realizado con ilusión fé, superación, arropado como siempre por mi familia al que agradezco que siempre está a mi lado en los buenos y en los malos momentos.
David Moreno
El Monasterio de Guadalupe
es una de las visitas imprescindibles durante un viaje a Extremadura. El monasterio no sólo forma parte del Patrimonio de la Humanidad sino que se trata del segundo lugar de peregrinación más importante de España tras la tumba del apóstol Santiago, en Compostela.
Ir andando a Guadalupe es una costumbre muy extendida por toda Extremadura, especialmente en las comarcas más cercanas a la Puebla, como el Campo Arañuelo, la Jara o los Ibores
¿Pero sabéis que existen más de 11 caminos de peregrinación a la virgen de Guadalupe?
Desde otro monasterio, el de Yuste (donde murió Carlos I de España y V de Alemania ) sale el Camino de los Jerónimos y desde allí hasta Guadalupe tenemos cinco días de camino para llegar hasta el que fue durante muchos siglos el destino de peregrinación más importante de la península Ibérica durante la Edad Media antes de que Santiago de Compostela lo desbancara: el Monasterio de Guadalupe.
Fueron los Reyes Católicos quienes popularizaron el Camino Real de Guadalupe con sus constantes viajes a este Monasterio que conservó su carácter peregrino hasta el siglo XVII. Tras la escisión de Portugal, y con los Borbones al frente del reino, el centro de devoción de reyes y peregrinos volvió a desplazarse hacia Santiago de Compostela y Guadalupe fue perdiendo presencia y proyección.
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