Suscríbete a nuestro blog
Suscríbete a nuestra lista de correo para mantenerte informado puntualmente de las novedades, eventos y actividades en Madrigal de la Vera y alrededores.
El otro día me llevaron al huerto, esta ha sido mi primera vez, mal pensados, fui a sembrar patatas con el abuelo Octavio.
Para preparar la tierra para la patata lo primero de todo fue cavar la tierra.
La patata precisa tierra suelta en profundidad par poder extender sus raíces y que engorden sin obstáculos los tubérculos, por ello son ideales los bancales profundos donde la tierra esta labrada y esponjosa.
Compró unas patatas especiales llamadas de siembra.
Ya me avisó , al huerto hay que ir temprano que luego pica mucho el sol.
Yo me pongo mi chandail y las deportivas, cuando me ve se ríe,
“Vamos coge estas katiuskas y el sombrero de paja que luego me lo
vas a agradecer. No olvides la botella de agua.”
Llegamos a la finca, cojo el cubo con las patatas para sembrar, hostias como pesa.
Todavía hay rocío, las deportivas se me mojan, cuanta razón tenía, me pongo las katiuskas.
La tierra ya está labrada y es que el abuelo es muy apañado, sabiendo que iba a poner las patatas antes de la siembra ya pasó el arado para mezclar el estiércol con la tierra.
Con la azada va y me hace unos surcos separados como veis en el vídeo. Más o menos recto, no necesita ni una cuerda.
Yo detrás, con el cubo en la mano, la patata en otra, la coloco en el surco abierto, luego se taparán.
“Entre pie y pie una patata”
Cuanto más se vacía el cubo, más me duele la rabadilla y ya empiezo a sudar….
“Vamos, vamos a por otro surco”
Yo detrás del abuelo y me gana a la carrera, haciendo el surco.
Después va y me tapa las patatas con la tierra.
Buen Trabajo, satisfacción, pero que duro es el trabajo del campo!!!!!
Ya me ha invitado para que vaya a recogerla, pero eso es otra historia.
Suscríbete a nuestra lista de correo para mantenerte informado puntualmente de las novedades, eventos y actividades en Madrigal de la Vera y alrededores.